¡Feliz navidad!

Soy incorregible, reciclo hasta un cactus en arbolito de navidad :-)

Creación efímera

La reparación de la terraza ya terminada, de nuevo la impaciencia de la primavera y las ganas de sembrar, pintar, decorar... Por el momento sólo nieve, mucha nieve... 

... y las sillas oxidadas que dejó el antiguo inquilino (luego las di en Freecycle)

Las plantas frioleras bien al abrigo en el interior

Bueno, si Dios te da nieve, ¡haz un muñeco!

El segundo muñeco de nieve de mi vida, pues en mi país ni modo...

La nieve en París no dura mucho tiempo...

Lo siento, no había suficiente espacio en el congelador! :-( 

En reparación

Como ya les había mostrado, el primer encuentro con la terraza fue este:

A finales de septiembre todavía faltaban las barreras, y no se suponía que saliéramos afuera, pero el domingo no hay obreros ni inspectores...

¡Y la ropa se seca tan bien afuera!

Para cuando la terraza estuvo lista, ya era demasiado tarde para ponerse a hacer jardinería. Me consolé tomando fotos de la torre Eiffel y de las puestas de sol impresionantes cuando no estaba nublado: 

Constatar el movimiento del Sol era otra de mis ocupaciones favoritas

El 24 de diciembre, día más corto del año, ya se ha movido hasta acá:

Y en verano, se pone en la colina donde está la iglesia del Sacré Cœur (sagrado corazón):

De noche, a todas las horas en punto, un derroche de luz y de energía eléctrica, ¡pero tan lindo...!

En estas dos últimas fotos no se ve el Sol: ¡Es la Luna!

Cortina + Pantalón + Bata de Casa = Bolso!

Bueno, luego de huertos, abejas y mudanzas, ya va siendo hora de hacer un poco de costura, ¿no creen? Como de los cobardes no se ha escrito nada, aquí ya me lancé realmente a la aventura, a ver que salía. Partí de una cortina, un pantalón "pescador" y una bata de casa que tenían tonalidades similares. Tenía una vaga idea de lo que iba a hacer. Por ejemplo, sabía que iba a sacar el cierre del bolso de una de las patas del pantalón, y que iba a hacer las asas a partir de la cortina. Sin más, ¡allá va eso!

El encaje viene del SEL de París

No sé si pueda llegar a hacer un tutorial algún día, con este método, lo más que puedo hacer es un paso a paso... Pero si mis creaciones a lo loco pueden servirle de idea o de inspiración a alguien, ya estaré más que contenta :-) Y ahora, algunas fotos en las que voy muy oronda con mi bolso:

En una de mis ocupaciones favoritas, recolectando semillas, ¡qué la época de robar plantas en el jardín botánico ya pasó! ;-)

¿Quién dijo Chanel...?

¿La mayor satisfacción? ¡Qué nadie tiene un bolso igual en todo el mundo!

Au revoir Barbès !

Una mezcla de alegría y tristeza, como siempre que nos despedimos de un lugar donde fuimos felices...

Allez, c'est parti vers des nouvelles aventures !

Todo comienzo tiene un final... feliz!

En la apoteosis de los tomates y los proyectos de bolsos, la preocupación y la tristeza se hacían cada vez más presentes: La propietaria del apartamento nos había anunciado, a M. P y a mí, que deseaba recuperar el apartamento y que teníamos 6 meses para encontrar otro. 

Para las y los que no viven en París, entre el aumento de los alquileres y el hecho (comprensible ;-)) de que mucha gente quiere vivir en París, encontrar un apartamento aceptable se vuelve "le parcour du combatant". Para comenzar, es mejor aprender a filtrar las anécdotas de los amigos y de Internet, y a afinar la intuición como arma contra la paranoia y las estafas.

El cuadro típico: preguntas el último en el primer piso de un edificio sin ascensor para ver un apartamento en el sexto piso. Para entretenerte observas la cola: en su mayoría parejas con el mismo perfil socio-económico que el tuyo y de tu chéri. Cuando llegas al sexto piso ya te sientes como un perfecto clon, y como un perfecto clown que se creía original. El apartamento te parece horrible y el alquiler irracional, pero los demás clones se precipitan para dejar sus "dossiers" y se esfuerzan por causar una buena impresión en el propietario o el agente inmobiliario. Escuchas los comentarios a tu alrededor y por suerte ya no te sientes como un clon, porque todos los presentes parecen adorar el apartamento.

Les ahorro los detalles banales de la búsqueda, no así los realmente espeluznantes, como aquella moqueta azul marino-neón que todavía me provoca pesadillas, o aquel apartamento "sin vis à vis" que comparto con ustedes por si tienen un niño majadero puedan decirle "Si no te portas bien, te llevaremos a vivir a París...".

Si he dañado la sensibilidad de algunos con esta foto, por favor, no señalen un abuso, no vaya a ser que me cierren el blog... En realidad, según la ley, "ceci n'est pas un vis-à-vis", puesto que los dos edificios del frente están en ángulo! 

También pasé por dos depresiones, una ligera cuando después de ver un apartamento oscuro y decadente me encontré en la parada del metro con la única compañía de unos simpáticos ratoncitos, tan felices de vivir bajo tierra... La depresión más profunda fue después de haber visitado una casita rodeada de jardines, en pleno centro de Belleville, y de haber decidido con M. P. que era demasiado cara.

Siempre que regresaba a nuestro apartamentico y miraba mi huerto, la vista despejada, los techos de París... me decía que no era tan mala como para que el karma me expulsara de mi pequeño paraíso. En este punto de la historia M. P. estaba de viaje, pero me enviaba anuncios para apartamentos que al final dejé de visitar, porque nada más de ver el anuncio me daban ganas de enterrar la cabeza debajo de una postura de pimientos o de esposarme a la reja del balcón, llegado el momento. 

Al final no sé si fue la Madre Natura o La Madre de los Tomates, no menos famosa y poderosa, por lo menos en Cuba, la que intercedió por mí en el Ministerio Celeste de la Vivienda. Además de que practico el pensamiento positivo (entre nos: FUNCIONA). Un día M. P., que se había vuelto más selectivo con los anuncios a fuerza de huelga de visitas, me envió un anuncio inquietante: demasiado parecido a una estafa (el propietario vivía en África...), demasiado barato, demasiado bueno para ser verdad... Pero bueno, después de todo el mes de agosto no es el más indicado para las estafas inmobiliarias, pues no queda mucha gente que estafar en París. En fin, que fui a la visita y me encontré con este espectáculo:

El bolso lo conocen de aquí

Y, como si fuera poco, con esto (en reparación):

La cabeza me daba vueltas, las piernas me temblaban y el corazón se me quería salir. ¡Era el famoso "coup de foudre" francés! Respiré profundo, adopté un aire desapegado, hice unas cuantas preguntas bien escogidas al dueño y, reteniendo la respiración, le entregué el único ejemplar del "dossier" que habíamos preparado M. P. y yo (incluidas las fichas de pago falsas, ya que M. P es intermitente del espectáculo ;-)). Era Aquello o nada.

Como ya pueden imaginar, fue "Aquello", nuestro final feliz :-)

¡Ahora sí tengo espacio para sembrar hasta calabazas! ¡Yupiiiiiiiiiii!!!!!!!!

¡Bienvenidas!

“Nada se parece tanto al alma como una abeja; 

va de flor en flor como un alma de estrella en estrella,

y trae la miel como el alma trae la luz”

Victor Hugo 

Las abejas están desapareciendo. No lo digo para echarles a perder el día ni para que dejen de visitar mi blog por eso de que de malas noticias estamos hasta el cuello. Pienso que todos somos responsables de la situación del planeta y creo que la información puede servir no para culpabilizarnos, que en un final eso sólo sirve para empeorar las cosas, sino para cambiar lo poquito o lo mucho que está en nuestras manos. Por ejemplo, sólo con comprar alimentos orgánicos ya estamos dando un gran paso, porque así, además de proteger nuestar salud, dejamos de entregar nuestro dinero a aquellos que matan las abejas con sus insecticidas. 

Las abejas son responsables de la polinización de más del 80 % de las flores del planeta.  Las abejas aparecieron en el planeta 60 millones de años antes que el ser humano, y en menos de unas cuantas decenas de años nos la hemos arreglado para destruir una grande parte de ella y de paso destruirnos a nosotros mismos.  El mismo Einstein, en una época en que a nadie le importaba lo que ahora llamamos “ecología” se dio cuenta, genio al fin, de que “si las abejas desaparecieran del planeta, al Hombre sólo le quedarían 4 años de vida”.

Para volver a las noticias más agradables y a mi querido París, parece que las ciudades se ha convertido en un refugio para las abejas y otros insectos polinizadores, gracias a sus terrazas, parques y bosques. Hay incluso científicos que airman que las abejas de la ciudad producen más miel que las del campo, ya que gozan de un clima más clemente y disponen de una gran variedad de flores. En general, las flores de la ciudad no están recubiertas de pesticidas, como es el caso de la zona rural. La miel de la ciudad es por consiguiente de mejor calidad! En París, hay más de 300 panales, por ejemplo, en el cementerio Père LaChaise.

Y una Mariquita, que no produce miel, pero se come a los pulgones que atacan las plantas!

Y mi balcón no se va a quedar atrás!

Y Mariquitas

¡Bienvenidas!